La serigrafía es una de las técnicas más populares y efectivas para personalizar camisetas.
Su versatilidad y durabilidad la hacen ideal para producir desde prendas promocionales hasta ropa de moda.
Si estás interesado en aprender más sobre cómo se realiza este proceso, aquí te presentamos las claves fundamentales para obtener resultados de calidad.
A tener en cuenta
El primer paso crucial en la serigrafía es la selección del diseño. Debe ser claro y adecuado para el proceso de impresión.
Los diseños con líneas gruesas y formas simples suelen ser más fáciles de serigrafiar. Es importante tener en cuenta que cada color del diseño requerirá una pantalla diferente, lo cual puede incrementar los costos y la complejidad del proceso.
Una vez que tienes el diseño, es esencial convertirlo en un arte final adecuado para la serigrafía. Este proceso implica crear una separación de colores en el diseño, generalmente utilizando programas como Adobe Illustrator o Photoshop. El arte final debe estar en alta resolución (300 dpi o superior) para asegurar una impresión nítida.
La malla de la pantalla es otro componente crítico. La densidad de la malla, medida en hilos por pulgada (TPI), determinará la finura del detalle que se puede imprimir. Para diseños con detalles finos, se requiere una malla de mayor densidad. Las mallas de baja densidad son mejores para diseños con colores sólidos y menos detalles.
El proceso de creación de la pantalla comienza aplicando una emulsión fotosensible sobre la malla. Después, se coloca el arte final en la pantalla y se expone a una fuente de luz. Las áreas del diseño están pensadas para no permitir el paso de la tinta se endurecen.
Por otro lado, conviene conocer las áreas que deben ser impresas permanecen permeables.
Decisiones que marcan la diferencia
La elección de la tinta es crucial para el éxito de la serigrafía. Existen diferentes tipos de tinta, como plastisol, tinta a base de agua y tinta de descarga. Cada tipo tiene sus ventajas y desventajas en términos de durabilidad, apariencia y sensación al tacto. Es importante elegir la tinta adecuada para el tipo de tela y el acabado deseado.
El proceso de impresión propiamente dicho requiere precisión y cuidado. La camiseta se coloca en una platina y la pantalla se baja sobre ella. La tinta se pasa a través de la malla utilizando un rasero, asegurando que solo las áreas deseadas del diseño se impriman en la camiseta. Este paso puede repetirse varias veces para aplicar diferentes colores o capas.
Después de imprimir, la tinta debe curarse para que se adhiera permanentemente a la tela. Esto se realiza generalmente mediante una secadora de cinta transportadora o una prensa de calor. El curado se antoja imprescindible para la durabilidad del diseño impreso.
Finalmente, es vital realizar una inspección de calidad de las camisetas serigrafiadas. Verifica que no haya errores en el diseño, problemas de alineación o manchas de tinta. Una buena práctica es revisar cada camiseta antes de empaquetarla y enviarla al cliente.
En TODO COPY, estamos dedicados a ofrecer los mejores servicios de serigrafía para tus necesidades. No dudes en contactarnos para más información o para iniciar tu próximo proyecto de serigrafía.
¡Te esperamos para dar vida a tus diseños y hacerlos realidad en cada camiseta!
